The Guardian informa que el piloto dejó el avión en tierra en Copenhague debido al peligro de que las ratas muerdan el cableado eléctrico a bordo. Posteriormente los pasajeros fueron trasladados a otro vuelo con destino a Málaga.
«Lo creas o no, una mujer a mi lado abrió su comida y saltó un ratón», dijo el pasajero Jarle Borrestad en un comunicado en Facebook.
El desvío se realizó según los procedimientos de la compañía porque el polizón peludo representaba un riesgo para la seguridad, dijo a la AFP el portavoz de la aerolínea, Ostein Schmidt.
Según Borestad, los pasajeros estaban tranquilos, «no estaban estresados en absoluto». Sin embargo, admitió que usaba calcetines sobre los pantalones para evitar que las ratas treparan por sus piernas.
El desvío provocó sólo retrasos menores, agregando algunas horas adicionales al viaje, dijo Borrestad.
Scandinavian Airlines confirmó que este tipo de incidentes son raros y aseguró que existen procedimientos para manejarlos. Un portavoz de la aerolínea dijo, citado por el New York Post, «Hemos establecido procedimientos para tales situaciones, incluida una revisión con nuestros proveedores para garantizar que esto no vuelva a suceder».
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